Finanzas básicas para emprendedores: Costos y Gastos

January 17, 2022

Diferencia entre costo y gasto


Para que un negocio genere ganancias necesita de inversión. Para ganar, es necesario aportar un capital que nos servirá para crear y proporcionar los productos o servicios que ofreceremos al consumidor final. Este capital se divide entre gastos y costos. Dos conceptos que normalmente se confunden, pero que tienen diferencias muy importantes. 


  • Los costos de nuestro negocio son inversiones. 
  • Los costos favorecen directamente a los ingresos. 
  • Son un capital que produce valor. 

En términos claros, si tu empresa se dedica a hacer muebles para su venta, los costos serían la madera, la pintura, el barniz, el salario de un carpintero, etc. 

Los gastos, por el contrario, no generan retorno de nuestra inversión. Son el pago que se realiza por un consumo. 

Ejemplo de un gasto en una maderería sería, por ejemplo, el sueldo del personal que se encarga de la limpieza, material de seguridad como extinguidores, la radio para escuchar música mientras se trabaja, horno de microondas para el almuerzo, entre otros.

Dichos gastos, pese a que son necesarios, no son fundamentales para la creación de nuestros productos. 

¿Se entiende la diferencia? 


Los costos producen rentabilidad. 
Los gastos son una contraprestación de un bien para su consumo en nuestro negocio. 


Esta tabla puede clarificar mejor su diferencia: 


Costos:

  • Son activos de tu negocio
  • Son capital recuperable
  • Generan ingresos directos


Gastos: 

  • No son activos de tu negocio
  • No se recuperan
  • No generan ingresos 



Analizar los costos de tu negocio es fundamental para definir el precio que solicitarás por tus productos o servicios. 


¿Costo y coste significan lo mismo? Sí. 


Determinación de costos de bienes y servicios


Los costos que generan nuestro negocio para producir los productos o los servicios que ofrece, se clasifican en dos:


1.Costos directos y

2.Costos indirectos


Los costos directos son los que implica la adquisición de materiales, sueldos del personal involucrados en la manufactura, entre otros, que tienen que ver específicamente con la elaboración de un producto o proveer un servicio.  Pueden ordenarse en una lista conocida como BOM por sus siglas en inglés significa “Bill of materials” o acta de materiales.  

Los costos indirectos son los que forman parte de la producción pero no se asignan directamente al producto o servicio: cargos de luz, agua y cuentas por pagar del local, alquiler de vehículos, gestoría de permisos, publicidad, etiquetas, mostradores, etc. Como mencionamos, son necesarios para la producción pero no están identificados con la elaboración de productos o servicios. 


Estos se pueden clasificar en:


  • Costos indirectos fijos
  • Costos indirectos variables 


Los indirectos fijos son costos constantes por periodos: impuestos, seguros, depreciación, salarios, entre otros.

Los indirectos variables pueden ser: seguros, seguro social, reparaciones, energía eléctrica o cuenta telefónica. 

Conocer el total de nuestros costos es un principio de administración que nos puede ayudar a detectar fugas de capital y sobre todo a determinar el precio que asignaremos a nuestros productos o servicios.  



Determinación del precio de venta de bienes y servicios


Conocer los costos que nos representa preparar nuestros productos o proveer servicios nos permite determinar el precio para su venta final.

Una forma fácil para determinar el costo de tus bienes o servicios es el resultado de la suma de los costos totales fijos y los variables.

La cantidad resultante debe dividirse entre la producción estimada y el resultado será el costo por unidad. 

Al costo por unidad le sumas el porcentaje que esperas ganar de cada producto o servicio. 


El reconocido economista Milton Friedman recomendaba dicho cálculo: 

  • Costos fijos totales + Costos variables totales = La suma de costos fijos y variables.
  • La suma de costos fijos y variables / Su producción total estimada = Costo por unidad de producción.
  • Al resultado se le suma el porcentaje que quieres ganar, puede ser un 20, 30 o 50% dependiendo tu giro de negocios.


Otros factores que sin duda debes tomar en cuenta al momento de decidir tus precios, son los siguientes:

1) Precios de tu competencia 


Los precios de nuestros competidores cercanos deben servir como referencia. En este análisis debes determinar si quieres posicionar nuestros precios en igualdad, arriba o por debajo. 

Esta decisión causa efecto en la percepción de tu marca por lo que si quieres cobrar más que tu competencia, debes conocer bien cuál es el valor agregado de tus productos. 


Para agregar valor puedes tomar en cuenta:

  • Si tus productos son entregados en el mejor tiempo.
  • Si ofrece ventajas que tus competidores no contemplan.
  • Si tus ingredientes tienen mayor calidad.
  • Si ofreces una amplia variedad de servicios, etc.

En la actualidad, en un mundo lleno de opciones y competitividad, tu valor agregado puede estar en la calidad del servicio que ofreces y los pequeños detalles que hacen más agradable la experiencia de tu marca ante tus clientes. 


2) Tu nivel de demanda u oferta


Otro factor que puedes considerar es delimitar tus precio en función de tu demanda u oferta.

La idea es subir los precios de forma paulatina hasta observar si tu demanda continua. En caso de que esta no aumente, significa que tu precio a la venta habrá alcanzado el nivel “justo” para tus clientes. 


3) De acuerdo al ciclo de vida de un producto o servicio


Un factor importante a considerar es el ciclo de vida de tus productos o servicios. 


Una unidad puede tener un precio inicial que resulte atractivo para clientes nuevos. Sin embargo, este precio no puede mantenerse para siempre ya que de acuerdo a la movilidad de tu mercado puede aumentar o disminuir.  

Recuerda: 

Precios altos pueden significar altos ingresos pero bajo flujo de efectivo.

Precios bajos pueden implicar mucho flujo de caja


Lo más importante es que tu negocio alcance un punto de equilibrio. 



Punto de equilibrio


El punto de equilibrio representa el momento financiero en el que los costos fijos y variables son cubiertos por los ingresos de tu negocio.


Para conocerlo, es preciso tener un buen análisis de los costos de tu negocio. 


El punto de equilibrio te permite determinar cuánto necesitas vender para cubrir los costos necesarios y tomar las mejores decisiones sobre los siguientes pasos a seguir.  


Punto de equilibrio


La primera meta que debe tener un emprendedor al comenzar su negocio es encontrar el punto de equilibrio, esto significa encontrar la cantidad de unidades que debes vender para cubrir tus costos de producción. Es el momento en el que las pérdidas se reducen a cero. 


Ingresos - Costos Variables - Costos Fijos - Gastos = 0 

Pasos para determinar el punto de equilibrio de tu negocio 


  1. Identifica tus costos y gastos: realiza un registro pormenorizado de las erogaciones más importantes tal como lo vimos en apartados anteriores. Costos variables y costos fijos. 
  2. Determina los Costos Variables Totales. Esto son la suma de todos los costos en las unidades de productos o servicios. Los costos variables y los costos fijos son dos componentes de este costo total. Los costos variables se denominan por unidad producida, ya que los costos varían según el número de unidades. 
  3. Determina el CVU o costo variable unitario. Se obtiene al dividir los Costos Variables Totales entre el número de unidades producidas y vendidas. 
  4. Determina el precio de venta. Como se menciona más arriba, son los costos que representan la preparación de nuestros productos o el proveer servicios y nos permite determinar el precio para su venta final.  
  5. Determina tus unidades a vender para alcanzar el punto de equilibrio. 


Veamos un ejemplo práctico de un negocio pequeño:


Un negocio de venta de zapatos deportivos quiere encontrar el punto de equilibrio. El costo por cada par es de 80 pesos mientras que el precio de venta es de 120. Los gastos fijos ascienden a 5400 pesos. 


En este caso puedes aplicar la siguiente fórmula: 


(P x U) - (CV x U) - GF = 0 


P: precio (120 pesos)

U: unidades a vender  (?)

CV: Costo de ventas (80)

GF: gastos fijos (5,400) 


Aplicación:

(P x U) – (CV x U) – GF = 0

(120 x U) – (80 x U) – 5,400= 0

(40 x U) – 5,400 = 0


Despeje: 


40 x U = 5,400

U = 5400 / 40

U = 135 unidades


El resultado de este ejercicio arroja que para alcanzar su punto de equilibrio, la empresa de calzado deportivo debe vender 135 pares. 


Conocer tu punto de equilibrio te permitirá también saber cuándo tu negocio empieza a percibir ganancias.


Esperamos que estas lecciones te hayan sido de utilidad. 


Editor Alpez

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